H1N1 Quiero ser un virus!

Estaba analizando las características de un virus y son fascinantes. Los virus tienen la capacidad de expandirse por todo el planeta en un par de semanas si así se los permitiesen. No les importa la raza, color, ideologías políticas, fronteras, viajar por aire, mar o tierra; ellos simplemente se reproducen a donde les sea posible.

Los virus no discriminan. ¿y tú?, los virus son misioneros natos van donde les manden. ¿Y tú? Los virus se comunican con cualquier tipo de persona en un par de segundos, no les importa el idioma, si es musulmán, católico, cristiano evangélico o hebreo. ¿y tú? No les importa la raza pasan por todos los espectros del color de pieles, desde el negro pasando por el asiático amarillo, hasta el blanco.

Los virus no conocen los agentes de migración, no tienen ninguna visa ni pasaporte, sin embargo cada uno de ellos es un canciller de relaciones exteriores y representa muy bien a su lugar de procedencia, ello son ciudadanos del mundo. Los virus no son egoístas se dan a todos, son humildes, se menten en el cuerpo que les de la oportunidad de habitar.

Los virus no entienden, ni estan por entender la estratificación de las clases sociales. Clase media, alta, baja, pauperrimos o magnates del mundo globalizado.

Sabes mi hermano, si todos nosotros nos comportaramos como virus a la hora de interacctuar con los otros, si no tuvieramos etiquetas sociales, si fueramos a donde nos apuntara la nariz sin tener que pensar que nos va a pasar. Si no discriminaramos a los contagiados por el VIH+ (comenzando por la TV cuando les ponen recuadros en la cara a los portadores), ni a palestinos ni israelitas, en fin el odio entre razas. Si tan solo fueramos tan transparentes como los virus, te aseguro mi hermano que no fueramos lo que somos, ni estuvieramos como estamos.

Esta filosofía de pensamiento es la que necesitamos en nuestras iglesias, en nuestros trabajos, en la calle y en nuestro propio hogar.

Hay pastores, lideres
eclesiales y jefes que tenemos
la enfermedad de comportarnos como vacunas
antivirales, cuando deberiamos de ser
los virus que contagien,

se propagen e infecten a todo y cuanto se encuentre en nuestro camino, para transmitir nuestra alegría, atacando las defensas de la tristeza; infundir una palabra de aliento al deprimido, eliminar los pensamientos suicidas, para no permitir que nos enfermen las modas o tendencias sociales; subculturas urbanas, para definitivamente inundar de la verdad que es Cristo nuestro salvador y expander las bondades del rieno.

Cuando quieras imitar a una persona por su ejemplo y dedicación piensalo dos veces e intenta mejor imitar a los virus. Son una muy buena inspiración.

Debemos de aprender a ser los nuevos
H1N1 VIH+.